Emepe

Lo recuerdo como si fuera ayer: Me acuerdo la primera vez que lo vi; sentado en mi casa, un sábado escuchando música y leyendo la Rolling Stone del mes cuando de golpe la cerré y estaba ajhí en la contratapa. Miento; esa no fue la primera vez que lo vi, ya lo había visto en la edición del mes anterior, pero, me habia parecido realmente feo en diseño, no habia entendido la propaganda y me resultó desagradable a los ojos. Pero esta vez fue diferente, porque no lo vi, sinó que lo entendí: Leí sobre las especificaciones, lo que me daba y me di cuenta de que tenía todo lo que yo necesitaba que tenga. Como ahora, lo busqué a diestra y siniestra durante toda la semana (a partir del lunes, claro está) hasta que lo conseguí en Martinez.
Jueves, mi emoción fue mas fuerte y salí disparado a comprarlo; hubiera ido hasta el fin del mundo con tal de cubrir ese deseo que se generó en mi mente y que solo pude contrarrestar con esa adquisición.
Hoy, casi dos años después pero con el mismo sufrimiento, he tenido que recorrer los siete anillos del infierno para conseguir una nueva actualización. No era una tarea fácil, el predecesor tenía que tener algo que veraderamente me hiciera reemplazar el modelo anterior al que le tengo un gran cariño y afecto (No se si ya he comentado esa manía mia de colocarle sentimientos a las cosas).
Luego de una investigación profunda y, de desistir de una de esas negaciones mias de tiempos inmemorables decidí que era tiempo de dar un paso hacia adelante. Tuve que luchar contra las ganas de salir corriendo a comprarlo y contener esa emoción por vivir en un mundo tercerista. Luché contra la tentanción por las de dos meses hasta que finalmente lo tuve en mis manos.
Es cierto que no he podrido desprenderme del primero, del original y el que me acompañó durante tantos recorridos, momentos, viajes, pensamientos y emociones. Quizá nunca logre hacerlo; de hecho tengo bastente seguridad de que perdurará en una caja nostálgica de emociones sin tiempo o gota de olvido.
Tuve que recorrer tanto o mas aún que hace un año para poder conseguirlo. ¿Será que soy complicado hasta para comprar algo? ¿Será que siempre quiero lo que los demás no quieren?
No importa si tuve que esperar, suspirar y retener el aire hasta conseguirlo, valió la pena en todo su esplendor, superó ampliamente mis expectativas en todos los sentidos habidos.

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