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Es imposible no sentirme identificado con las novelas que devoro, sentir que hablan de mi, transportarme a ese mundo en cuestión de segundos y pensar que soy yo quien narro la historia. Por eso es que temo leer novelas; por eso un viaje de 40 minutos en colectivo, parecen una eternidad; casi, 60 años atrás.

Expectativas Vs. Realidad

¿Cuantas veces sucede que la realidad nunca se presenta de la forma en la que nos la imaginamos? Incluso a veces ni se asemeja a lo que deambula por nuestra mente. Una amiga siempre solía decir que lo mejor que se puede hacer en todos los casos es, simplemente no pensar en ellos y dejar que los mismos sucedan de la manera en la que se tienen que ser. Pero eso no es una respuesta posible para mi; soy demasiado analítico, maniático, estructurado, calculador, tímido y especulador como para dejar que una cierta cantidad infinita de variables libradas al azar me organicen mi vida, todo tiene que estar perfectamente analizado con sus respectivos factores negativos y positivos. ¿Se imaginan un mundo donde todo suceda como uno exactamente lo imaginó en su cerebro? Uf! Pero quizá no hace falta llegar al extremo de pensar que todo es predecible, quizá con el hecho de aceptar que hay cosas que están a nuestro alcance y otras que aún no pueden ser demostradas y comprendidas por mi (lo voy a hacer personal) persona, de esta manera extraña, pueda apreciar lo que lo inesperado tiene para ofrecer(me).
Por lo pronto me limitaré (osea trataré) de no querer interferir en el tiempo y en el espacio, de no controlar lo que escapa a lo inesperado de la vida, a no querer saber de antemano el futuro para ya posicionar y mentalizarme en como debería ser la noche, el día, la cena o mi cara. Es que ese es el problema principal: Una vez que mi mente ha llegado a un resultado, se hace imposible disimularlo facial y corporalmente. A todos quizá nos ha pasado de aceptar un plan incluso sabiendo que no hay manera de que este sea un plan positivo, pero a pesar de tener que buscar siempre lo negativo (o real, repito como siempre) hay que dejar que la vida, el momento o el otro nos sorprenda.
A fin de cuentas, lo importante debería de ser siempre hacer lo que uno siente, a pensar de las repercusiones que genere nuestra decisión. Ser honesto. No mentir ni disfrazar la verdad, no amañar (Que palabra extraña) las cosas del modo que mas te convenga.

¡Vamos la espontaneidad!

Is someone getting the best of you?

Una simple pregunta puede generar tristeza, un vacio dificil de tapar u ocultar, de hacerlo pasar desapercibido incluso hasta para nosotros mismos. Esa pregunta nos transporta al pasado, a 25 años atrás cuando todo parecido nuevo, lleno de color y aún escaceaba el polvo; hoy, en la misma posición como cada vez que entré a ese local, veo como esa persona intenta sobrellevar su pasado, aceptar el presente y no morir en el futuro incerto y novedoso del Siglo XXI. Una persona que conozco desde que tengo uso de razón, pero que paradojicamente jamás supe su nombre, que formó una gran parte de mi vida y ahora, en el ocaso de nuestra relación se deja conocer como otra persona, de distinta postura, de una cara sumisa y desprotegida.

un simple agradecimiento; un discurso nos transporta con la gente que no está, la que falta, la que vive entre nosotros, pero que no se puede hacer presente fisicamente, todos aquellos generan un clima de depresión y soledad de cara al futuro, invita a lo que va a venir, a lo desconocido. Nos saca la alegría del dia vivido, del presente y de esas sensaciones que nos hacen sentir vivos.

Un simple sentimiento, que de simple no tiene un carajo, hace que todo lo que parecía tener forma y vida ya no exista; que todo se esfumo, que nada es lo que parece, que todo fue y que ya nada es, nos deja un clima de soledad, enfado, tristeza, angustia y depresion. Que ya nada puede volver a atrás, que ya nada puede ser y que ya nada va a ser jamás. Y dicen que el amor no duele, al menos no fisicamente o ¿a nadie mas le agarró un vació en el medio del pecho?

Se termino todo, todillo.

Ojalá pudiera transmitir las lágrimas con las que escribo, con las que me encuentro hoy, un dia que quedará marcado en la memoria, para bien o para mal.

En estos momentos es cuando los recuerdos salen a flote, cuando las primeras sonrisas se hacen presente, cuando todo te transporta a un mas allá infinito, y cuando escuches la canción que escuches, toda frase te hace pensar en tu presente odioso, en el pasada divino y en el futuro apocalíptico.
Habría mil frases y pensamientos que escribir ahora, aca pero se me viene a la mente una sola frase, demasiado conocida quizá:

Sin querer, te lastíme. Sin querer, te abandoné

Top Five de cosas que odio

1.-Mudarme
2.-Mudarme
3.-Mudarme
4.-Hacer cola para pagar en Coto
5.-Mudarme

Odiado del Mes: Claro

Pensamiento Retro

El otro dia caminaba pensando. Osea, me venía acordando sobre lo bueno que es dar regalos acorde a cada persona. Pensaba como lo importante es el saber que uno se acuerda de la otra persona en un momento especial. Recuerdo por ejemplo, como una amiga me trajo una sumple botella de coca de un pais bajo, o un ticket de tren de una ciudad perdida del mundo. Atesoro como una joya de la era azteca una tuerca del baño del Estadio Maracaná en Rio (JA! Quien tiene una tuerca de ahi, ¿Eh?) y me acordaba de como soy de pensar meticulosamente (Obvio que en esto también) en el regalo perfecto para la otra persona, sea la ocasión que sea y la cara de felicidad de la misma al momento de recibir el regalo.