Las cosas como son



Últimamente estoy diciendo las cosas desde otra perspectiva y por ahora no me viene defraudando.


Siempre tuve miedo o sentí el dolor de decepcionar a los demás; debe de ser esa presión del hijo mayor que siempre me persiguió, no se si impuesta o auto impuesta, pero he sentido un terrible peso sobre mis hombros que jamás conseguí sobrellevar. O saber llevar. ¿Decepcionar y defraudar son la misma cosa? A tu jefe, a tu novia, a tus padres, al mundo, a la historia, a todos. Sin embargo, nunca me sentí mal conmigo mismo. Reformulo: Sólo en los momentos de introspección y/o crisis es cuando mas me he visto cara a cara con el fracaso y el sinónimo de decepción.

Constantemente encuentro una puta linea adónde divagar. En esta linea de decir las cosas que siento y sin sprite debo admitir que durante mucho tiempo estuve equivocado a usar eso del filtro equivocado, como dice una amiga. Es cuestión de dejar de ser políticamente correcto y ser jodidamente incorrecto; a fin de cuentas, la vida nunca es correcta. ¿Por qué deberíamos de ser nosotros?

¿De qué lado se camina lento, despacio y sin rumbo? Ah, de allá? Gracias...

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