Inspiración Anual Final


Lucho contra la explosión de sentimientos. Lucho contra esa inhibición que de golpe me hace querer salir corriendo hasta la puerta de tu casa y sentarme a esperarte. A que vuelvas. A que no. A decirte que sos el sol de mis días, que sos la luna de mis noches. A que no tengo mejor manera de despedir el año, porque no habría mejor persona a quien conocer. ¿Desde cuando te conozco? ¿Por qué quiero seguir conociéndote? ¿Por qué lucho contra mi sueño que exclama su atención desde lo profundo de mis venas sabiendo que no podré consiliario tan fácilmente? ¿Porqué mierda me hago todas estas preguntas?
La oscuridad me tranquiliza, la brisa veraniega me recuerda que aún estoy despierto, aunque no se por cuanto tiempo mas.
Siento que el corazón se me acelera. Y a mi inconsciente le divierte darse cuenta de que se comportaba como un adolescente enamorado...
Sentir que el último beso, es mejor que el primero me hace querer seguir teniendo un primer beso, para seguir despidiéndome y volverte a encontrar...
La vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que tenes que alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas es tu vida y si te pones a buscar significados, señales en otra parte, te la perderás.
Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
Gabriel García Márquez

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