Día Fatalista



Quizá el nombre de Edward A. Murphy Jr. no les diga mucho, pero todos lo conocerán mas por sus famosos dichos que por su nombre.

Hay una ley de Murphy que dice "Si pensas que algo va a salir mal, va a salir mal". ¿Cuantas veces nos pasa que no le dedicamos el tiempo necesario a los pensamientos? ¿Cuántas veces nos olvidamos de lo que realmente importa o simplemente olvidamos las cosas ante el constante bombardeo de cosas que se producen en la cabeza y que nos suceden en el día a día?

Acabo de bañarme y mientras agarro un boxer, pienso con que facilidad nos olvidamos de las cosas; así como yo hoy cambié de ropa interior, mañana cambiaré de problemas. Me olvidaré de todos esto que se acecha, que me corta las ganas de vivir, que me hace notar la fragilidad de la vida, lo poco que somos y lo poco que valemos en sentido material en el mundo, y recordaré, fugazmente, mientras hago las cosas que tengo que hacer para vivir, que la vida cuando quiere es una mierda y, como algo tan inoperante, que puede producir tanto mal me deja sin acción posible, para volverme a sumergir en los problemas "que son verdaderamente importantes".

Me transporto a su situación, con esa maldita manía de ponerme en el lugar del otro y no puedo contener el vacío que siempre se genera en mi estómago, pero que esta vez, se forma un pequeño alien que me come las entrañas. Pienso que puedo hacer yo, frente a ese gran ser que nada lo detiene, y me siento mas inútil y pequeño como una hormiga flotando en el espacio infinito.

Vivimos la vida pensando y haciendo las cosas que son urgentes y que sin ellas no podríamos vivir, esas cosas que nos hacen "mejores personas" y creemos inútilmente que nos dan una identidad y nos olvidamos de como marcamos la vida de las demás personas.

No se si a alguien mas le ayuda la música antes del post, si alguien la escuchará o si les pasará desapercibida, pero creo que no hay mejor canción para explicar lo que siento. Y no es la primera vez que me pasa, pero aún no logro no ponerme en primera persona e imaginar como se debe sentir el otro.

La actitud es más importante que el pasado, que la educación, que el dinero, que las circunstancias, que lo que la gente hace o dice, es más importante que la apariencia, el talento o la habilidad. Lo asombroso es que todos los días tenemos una elección relativa a la actitud que adoptemos ese día.

No podemos cambiar nuestro pasado. No podemos cambiar el hecho de que la gente actúe de cierta manera. No podemos cambiar lo inevitable. Lo único que podemos cambiar es jugar con el hilo del que pendemos, y ésa es nuestra actitud.

Cada día somos un ser nuevo. Sos lo que decidís ser hoy, no lo que decidiste ser ayer... ¡Decidite a ser hoy lo máximo!

Las preocupaciones de hoy, son los pensamientos de ayer.
Martín Ezequiel.-

Hoy sufres una pena, pero mañana recibirás la recompensa de haberla superado.
Pedro Pantoja Santiago

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