Me invade la alegría. Un vacío en el pecho genera una extraña e inocente sonrisa en mi rostro. Le sonrió al panadero, al kiosquero, a la señora que esta por subir al 99 que me mira y, se queda mirando atónita a lo que sus ojos le dicen lo que estan viendo al cerebro.
Subo al colectivo y por un segundo mis mil pensamientos (Cuatro, que parecen mil) desaparecen en un segundo y me pregunto si habrá mucho trafico; me resigno a no caminar para un medio de transporte mas rápido, llueve mucho y hace días que no duermo; me resigno a viajar sentado y mirar por la ventana este hermoso día gris, jamás en la historia de los jamases viene el colectivo vacío justo el único día que lo necesitas; ¿Qué estaba pensando? Me pregunto ya sabiendo la respuesta.
Conecto los auriculares, pongo música acorde al día bajón (como para mirar ballenas, diría un amigo) y vuelvo a reflexionar sobre el presente. Prender el celular en esta época globalizada y comunicacional es como despertarse; se podría decir que desde que uno aprieta ese botón mágico, recién ahí que se está despierto, disponible, insertado en la suciedad. Me acuerdo de los dos sueños de anoche, de recíen, de esos que te despiertan excitado por la situación y molesto contra todos y contra nadie. Me vuelvo a reír pero esta vez por la frase final del sueño que aún retumba en mi cabeza y despierta el poco enojo que aún queda en mi sistema: "¿Dónde esta mi plato de ñoquis???!!", solo que esta vez la receptora de la última sonrisa es la persona en el colectivo paralelo al mio, que mira a la misma calle, en ese mismo momento sin entender que mierda me pasa y, que jamás lo sabrá; que viaja con su (otra) realidad, sueños y problemas.
Miro por la ventana y me doy cuenta de que no es recorrido tradicional, mucha gente se da cuenta y se levanta a verificar la situación. No sería la primera vez en equivocarme de colectivo, pienso, pero estoy seguro (al menos esta vez) de estar en lo correcto; miro mi boleto y en efecto la mente hace una mueca de soberbia al verificar su teoría; la gente dialoga, discute sin yo enterarme una sola palabra de lo que dicen debido a mi manía de aislarme del mundo en auriculares (Que simple es desaparer del mundo con tan solo un clic). El chofer retruca y enojado se para a verificar la señalización presente: 99. La cambia, aparentemente sin pedir discula alguna. El rodillo gira: 106. Miro. Puteo pero no me preocupo; en realidad me doy cuenta que hoy nada puede preocuparme, de que le sonreiré a cualquier persona, animail, planta, estatua o manequee sin razón aparente (al menos para ellos) y que a pesar de levantar la cabeza y ver la lluvia caer, sentiré el frio lloviznar golpear mis escuetas mejillas, para recordar que estoy vivo, aunque hoy este ocupado mentalmente para hacer la fotosíntesis.

Cierro los ojos, y recuerdo el momento donde y cuando apareció la sonrisa, que no se me irá, hasta dentro de varios días...

tincho.- desde iPod

Rainy Day

Mirar una estrella apagarse, colapsar, morir en el cielo es ver el pasado, algo que ya sucedió. Una estrella que ya murió nos enseña que la vida transcurre, que el tiempo pasa sin importar desde que perspectiva se lo mida, se mire o se aprecie (o no); darse vuelta en un bosque y perderse y no saber donde uno esta, mirar para atrás es una simple señal del hombre de querer buscar en el pasado, algo que ya sucedió, pero que aún precisa de rastros concretos (Desde cuando un pensamiento no es algo concreto) para sentir que el tiempo transcurre. Calculo que por eso uno festeja los cumpleaños.
Y sin embargo uno, cuando a veces uno mira para adelante y se encuentra con oportunidades, con esas cosas que la vida le pone adelante y que no se pueden dejar pasar, uno se encuentra en el dilema existencial sobre que hacer. Algunos toman las riendas del asunto y deciden en una admirable milésimas de segundos sobre las posibilidades, fuerzas y debilidades del asunto; otras, temerosas sobre lo que vendrá, esperan con la mente apaciguada esperando que todo se resuelva de manera automática y solitaria, aceptando (o reprochando) sobre lo que la vida les ha dado/negado (Todo, siempre depende del punto de vista)
Pero hay veces, que pasan esas (dos) cosas que uno no sabe si hay que seguirlas, si es simplemente Dios que nos esta poniendo a prueba, si es el destino que nos esta jugando una mala pasada o si es la suerte, que se siente sola y sólo quiere que todo gire alrededor de ella...

¿Donde estas Jebús?!

Recuerda siempre que tu propia resolución de triunfar es más importante que cualquier otra cosa.

Abraham Lincoln

Fix You

Veinte minutos me separan del final y no quiero tener que despedirme. No quiero dejarte ni tener que buscarte cuando menos lo quiera, dentro de mucho tiempo, cuando un día sin pensar, piense en vos. Cierro los ojos y espero un milagro, de esos que no se consiguen jamás.
En casa, colectivo o mientras hacía tiempo, lo único que hice durante estas 3 semanas fue pensar en vos, vos y en nada mas que vos, tu figura, tu forma de ser, de pensar, de hablar.

Me enseñaste mucho, me diste que pensar, que anhelar y que reír; no puedo imaginar si no estoy con vos allá, en ese mundo mágico que solo existe para nosotros dos, pero no puedo esperar ni un segundo más en el final; no aguanto y es una contradicción de esas que yo solo entiendo. Por eso, a pesar de todo, quiero que sepas que te banco a muerte, y que serás una gran parte en mi vida, y que siempre te recordaré con felicidad...
Adiós, querido amigo.