La ciudad nunca se duerme, nunca descansa a pesar de nuestro sueño, y es raro entender esto hasta que ve la vida de la ciudad vacía. El sol recorriendo las copas de los arboles, una pareja besandose como dos extraños en el mundo, el viento que al tren acompaña, las calles tranquilas con un silencio extraño, inquietante por momentos.
La ciudad no duerme, yo tampoco y ni siquiera dos cafés la despiertan, ni me despiertan
tincho.- desde iPod
0 Sentimientos
Publicar un comentario