Conocer

Dos personas se miran tímidamente en el cruce de una esquina. Se comunican a pesar del ruido de los autos, la fragancia de la lluvia y del viento que golpea sus pestañas. Se saludan con una mirada profunda, con el fin de buscar en su interior la intención que los moviliza, de conocerse más de lo que alguien puede conocer a otra, en el transcurso de un puñado de segundos, de causar una primera impresión (aunque ambos desaprueben las impresiones) lo suficientemente alta para que el otro no huya hacia la dirección contraria. Deciden seguir mirando, sin aún entender del todo el rasgo de los gestos, y por sobre todas las cosas, de saber porqué lo hacen; le restan importancia a las palabras, simples resúmenes mal logrados de sentimientos, descripciones fonéticas y encapsuladoras de lo que hace mucho tiempo atrás, el hombre, simplemente transmitía con dibujos y gestos.
Evitan cerrar los ojos, moverse o sentirse afectados por el contexto en que se encuentran sumergidos. Ya ni recuerdan cuanto tiempo llevan ahí detenidos, exentos a ese mundo que el sol le da vida; parece que a nadie le importa, que ningún alma en esa esquina, en ese exacto momento, se siente atraído a ese intercambio de miradas y sentimientos entre dos desconocidos. Ya se han dicho demasiado; ya, la verdad se encuentra entre ellos, como una delgada línea de luz que separa a ambos cuerpos y que puede jugarles a favor o en contra de esa travesía denominada hablar. Y al final, sin saber que decir, uno de ellos recurre al infalible truco de sonreír esperando una mueca receptora de aprobación para así lanzarse al cruce de los labios, para pintar el cielo con un arco iris, para demostrarle al mundo, que las palabras no son necesarias para conocer a alguien, que el amor a primera vista, existe.

1 Sentimientos

... dijo...

que lindo seria que pase... cuanto romance sin ser empalagoso!
a mi no me paso, pero me gustaria...
lindo relato..
besos!