Historia


Me despierto pensando, cual es el propósito de nuestra vida, de nuestro tiempo en la tierra. Inmenso en el infinito del universo, me niego a pensar que la tierra, es el único planeta donde hay vida, donde la gente nace, vive (a duras penas), trabaja (de lo que puede y a veces de lo que quiere), quizá se enamora (para sufrir por mil y una razones) y muere, en un eterno desperdicio de polvo para que, luego de mucho tiempo, se genere algo tan estúpido como el petróleo. Miles de galaxias, miles de estrellas, ¿y somos la única unión de 23 cromosomas para venir a la vida a sufrir?
Hay algunos que quieren marcar la diferencia; otros, intentan quedar y dejar su recuerdo en la historia; están los que no quieren vivir y los que la transcurren sin pena ni gloria; los que buscan desesperadamente algo y no saben que, los que quieren ser felices, los que quieren ser infelices y los que simplemente quieren ser...Yo ¿cuál de todos soy?
¿De que sirve mañana ir al trabajo, o a rendir el maldito final que atormenta mi cabeza? Mi cabeza no puede comer, y mi estómago no puede pensar. ¿Existirá la vida después del después? ¿Para qué preocuparse de las mil cosas que atormentan un sentimiento? ¿Porqué prohibirse el experimentar, el dudar si siempre que nos llueve arriba de la cabeza, nos preguntamos porqué mejor no haber tomado el otro camino?
El promedio de vida del hombre es de setenta años, y se supone que tengo que hacer todo lo que quiero en ese corto lapso de tiempo; y sin embargo, sigo dilucidando qué es importante en el hoy, en el ahora; el pasado ya es historia, el futuro es yá hoy, entonces ¿Qué mierda nos queda?
En el libro Brida, Paulo Cohelo (Si, siempre lo escribo mal, pero es parte de mi dislexia, sepan entender), cuenta la historia de Brida, una chica que quiere iniciarse en los caminos de la magia, y como todo camino tiene maestros, los de ella son: el Mago, y Wicca (una hechizera), que tienen dos maneras diferentes de enseñar la magia..
Todo surge de una simple pregunta de Brida: “Si en el comienzo existían tan pocos seres humanos sobre la faz de la Tierra, y hoy existen tantos, ¿de dónde vienen esas nuevas almas?” A lo que Wicca explicó que, en ciertas reencarnaciones nos dividimos, así como las estrellas, las células y las plantas, nuestras almas también se dividen. En cada vida nuestras almas se dividen transformándose en dos, y estas nuevas almas se transforman en dos, y así en algunas generaciones estamos esparcidos por buena parte de la Tierra. Pero así como nos dividimos, también nos reencontramos. Y el reencuentro se llama Amor. Porque cuando un alma se divide, siempre se divide en una parte masculina y una femenina. Entonces, Wicca explica que en cada vida tenemos la obligación de reencontrar por lo menos una de esas Otras Partes. El amor mayor que los separó se pone contento con el amor que las vuelve a unir.
Pero lo que también puede suceder es que encontremos a más de Otra Parte en cada vida, y cuando esto sucede el corazón queda dividido y el resultado es el dolor y el sufrimiento. La esencia de la Creación es una sola, y esta esencia se llama Amor. El amor es la fuerza que nos reúne otra vez. Y somos responsables de reunir nuevamente, por lo menos una vez en cada encarnación, a la Otra Parte que con seguridad se cruzará en nuestro camino. Aunque sea por unos instantes siquiera, pero esos instantes traen un amor tan intenso que justifica el resto de nuestros días.
También podemos dejar que nuestra Otra Parte siga adelante, sin aceptarla o siquiera percibirla. Entonces necesitaremos más de una encarnación para encontrarnos con ella. Y por causa de nuestro egoísmo, seremos condenados al peor suplicio que inventamos para nosotros mismos: La Soledad.
Lo lindo (en algún momento de mis momentos de melancolía) es que al principio, cuando Brida conoce al Mago, el se da cuenta que ella es su Otra Parte, y así empieza la búsqueda de él por hacer que ella se de cuenta que él es su Otra Parte.
Si bien quiero dejar la religión de lado, siempre tuve una sensación especial por eso de la Media Naranja, o la otra Mitad, o la Otra Parte, como le dicen acá; siempre quise pensar que de alguna forma estábamos destinados a alguien, que ya veníamos a la vida sabiendo que nuestra persona ideal estaba en alguna parte del mundo, y que lo único que había que hacer era encontrarla (Aunque suene absurdo). No sé si existe un alma, y mucho menos si se separó en alguna reencarnación (si que además existe la reencarnación), pero creo que me gusta creer en la idea de que hay una sola persona para cada uno, que es ESA y no otra, que ESA es especial, es la INDICADA.

Por eso quizá, necesito encontrarte, por eso es que tengo tanto miedo de perderte aún cuando no te tengo, porque realmente creo que sos esa persona, que sos Mi Mitas, Mi Otra Parte, mi complemento, mi otro yo...
¿Qué somos nosotros, qué es nuestro carácter sino la condensación de la historia que hemos vivido desde nuestro nacimiento, antes de nuestro nacimiento incluso, dado que llevamos con nosotros disposiciones prenatales? Sin duda no pensamos más que con una pequeña parte de nuestro pasado; pero es con nuestro pasado todo entero, incluida nuestra curvatura de alma original, como deseamos, queremos, actuamos.

Tú eres solo una coma en las paginas de esta historia.
Terry Pratchett

3 Sentimientos

... dijo...

Ame leerlo, planteas aca miles de cosas que no habia pensado y leyendolo me di cuenta de que si, como no me lo habia preguntado antes?...
No lei ese libro, pero lei una brave resen~a que me parecio muy interesante y me prometi leerlo alguna vez, ahora con esto que escribiste estoy yendome a comprarlo...
Yo creo en las almas gemelas, creo que hay algo dentro nuestro que nos guia hacia ellas, y tambien creo que a nuestras almas les lleva muchas reencarnaciones encontrarse... porque veo tantas almas no gemelas juntas, separadas de sus verdaderas gemelas que presumo que esa es la explicacion...
un beso!

Mr. X dijo...

Question... Cuando decís Ame leerlo ¿Te referís al libro o a mi texto?

Anónimo dijo...

Encontré este blog... Ya ni sé como. Y siempre siempre en algún momento del año regreso, para ver qué es lo que hay de nuevo.

Hasta ahora, siempre lo hice en silencio. ¿Respeto? ¿Temor? No lo sé.

Pero hoy tengo ganas de decirte un par de cosas.
"El promedio de vida del hombre es de setenta años, y se supone que tengo que hacer todo lo que quiero en ese corto lapso de tiempo; y sin embargo, sigo dilucidando qué es importante en el hoy, en el ahora; el pasado ya es historia, el futuro es yá hoy, entonces ¿Qué mierda nos queda?"
El tiempo no es rígido, y si bien la vida nos pasa por encima como un tranvía tenemos que entender que somos nosotros los que hacemos las cosas, nosotros somos quienes provocamos nuestros cambios.
Algunos tienen mas suerte que otros (¡es verdad! ¡Qué envidia!) pero hay que quitarse de la cabeza eso de la vida es corta, sobre todo si el pensamiento lo único que logra es angustiarte. ¿No?

Otra cosa más: HAY, efectivamente, "medias naranjas".
Pero es necesario saber que se puede amar otra vez, aún después de decir adiós.
Y que eso es, nuevamente, algo que nos pasa, sí, pero que depende de nosotros...

En fin. Me gusta creer que el presente, el pasado y el futuro están al alcance de mi mano, porque tengo un radio de acción que me permite actuar sobre ellos.

Te mando un beso grande.

Sonia