Soñar

Anoche no pude dormir por ti. El eco de tu ser retumbó toda la noche en mis oidos; entre sueños podía sentir tu delicado cuerpo sobre el mio. Te metiste muy profundo en mi ser, penetraste en mis venas e hiciste estremecer todo mi cuerpo; luego, sin darme cuenta, te marchaste. Desperté al amanecer y te busqué hasta enloquecer, sólo que no te encontré.
Dejaste tus huellas por todo mi cuerpo y, por mucho que intenté, no logré quitarlas de mi. La resignación llegó a mí como una fría gota de agua. Aunque me sentí herido, tuve que resignarme: te habia perdido. Me consuela el hecho de saber que esta noche volverás. Me acostaré más temprano con la esperanza de tu regreso, porque se que vendrás por mi, y cuando lo hagas no te dejaré ir (Soy yo que todo lo que escribo rima o ando medio poético ultimamente?); te estrecharé entre mis manos y presionaré tu delicado cuerpo con todas mis fuerzas. Tanto, que podré sentir tu sangre fluir por mis manos...

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