Nacido para ser salvaje

Recuerdo cuando, ocho años atras mi cuerpo tenía energía reluciente, que traspasaba todos los límites que se me podían ocurrir. Recuerdo que me acompañaba en toda aventura, al espacio, que la predisposición y la entrega era total: Podía mojarme, salir a correr desnudo en invierno, bañarme en champagne, ir a jugar a la pelota enfermo y la respuesta era simple: No obtenía ningún tipo de cuestionamiento o bajeza en mi performance.
Ahora, con el paso del tiempo, mi cuerpo, emociones e incluso mis ganas han ido migrando (Perdón, secuelas de la profesión) hacia nuevos horizontes, hacia nuevos límites e imposibilidades.
Siempre me pregunto si será que la oficina tiene que ver con eso; que de a poco va sofocando y ahogando la energía de mi cuerpo; si el hecho de estar sentado haciendo un trabajo repetitivo no me saca fuerzas para hacer esas cosas raras para la gente normal. Siento que cada minuto que pasa, sentado, atrofiandome en una silla (sin apoyabrazos) es un minuto en donde la energía se va disolviendo dentro mio, y pensar que tanto de lo que pude haber hecho, habrá quedado nomás en mis sueños (¿O pesadillas?)
¿Quién compartirá mi desconsuelo?

Entregando mi alma

Ya es oficial. Ya se puede decir que ahora si: Una nueva era comienza...

Todo lo que me lastima el tiempo lo hace durar

Esta ahí. Siento como empieza a nacer; cual fue el detonante que hizo que estalle la bomba que hace que todo me moleste, que todo me genere una sensación de violencia, de incapacidad y de malestar. Empieza a tomar forma, a recorrer mi cuerpo; cada vez con mas facilidad se va entrometiendo en mis pensamientos y emociones. ¿Habrá vuelta atrás?
Intento poner música, intengo calmar el fuego y bajar la dosis de adrenalina. Eso genera más fuego, es como querer nadar moviendo los brazos cada vez mas fuerte. No consigo aclarar y enfocar los pensamientos. Veo un final, veo un posible desencuentro cercano; veo que en el fondo somos muy distintos. Estaba por un carril de velocidad rápido y me cambié al de velocidad reducida, pero me olvidé de poner el guiño.
Intenté evadirlo por un momento, por esa maldita excusa de no perder las oportunidades y de disfrutar, pero hacerlo dormir por unas horas no hizo mas que darle la fuerza necesaria para desatar un infierno viviente. Lo se, no debo engendrar odio porque cuando se libere, va a ser para peor, pero ¿Cómo luchar contra la diyuntiva de disfrutar el momento y a su vez ponerse violento?
Ya invadió todo mi cuerpo, sólo resta esperar a ver las consecuencias de este odio que habita en mi y que pocas veces se hace presente, pero que cuando lo hace genera un terror mas fuerte que una invasión marciana. Esperar a que se haga concreto con acciones y desiciones, y ver las reacciones de la otra persona, por primera vez en la vida. ¿Quién será mas orgulloso? Su orgullo le dice de no llamar, ni siquiera para disculparse; el mio me dice que mi pensamiento es correcto y que ella es la que tiene que llamar. Ninguno va a llamar al otro porque somos los dos malditamente orgullosos. Una parte de mi, quiere que llame; la otra, no quiere atender. Siento que ella tiene las de perder y yo, ya estoy jugado y que yo no.
Y pensar que la noche tenía que ser una de las buenas...

Dos días en la vida

Despertarse, ir a trabajar, viajar con el mismo tráfico todos los días, trabajar, salir, volver a casa, mirar televisión, visitar las mismas páginas e ir a dormir.

A veces es bueno romper con la rutina. A veces se necesita sólo eso: un puñado de horas distintas para sentir que se puede mirar el mundo y la vida desde otra pespectiva. A veces se necesita sólo eso: Un simple café al costado del mundo y ver la gente pasar. Sin apuro, sin urgencias, sin presiones. Tener un tiempo para mi y para respirar. Porque eso se trata: respirar; cuando duermo generalmente lo hago para que el tiempo pase mas rápido, otras veces porque mi cuerpo me lo pide (Y de que manera!) y otras veces porque no hay nada para hacer.
A veces es bueno disfrutar de una mañana de paz en la cidad, de encontrar emociones por el simple hecho de caminar bajo el tibio calor del sol sin sentir que el tiempo me mira de reojo.
No tengo dos días en la vida, pero con una mañana, a veces, es suficiente.
Asi se ve la vida desde un café a la mañana
Asi se ve mi café

Así interpreto la vida

Medio


Cuantas ideas medias pensadas. Cuantos cursos medios empezados. Cuantos amores medio amados. Cuantos programas medio programados. Cuantas canciones medio escritas. Cuantos libros medio leidos. Cuantos juegos medio perdidos. Cuantas personas medio conocidas.
La vida parece una balanza de desiciones que no dejan de acechar a nuestro pobre destino que, inutilmente intenta fijar el curso de lo que
(aparentemente) será un camino largo y duro; y que a medida que es transitado, se empieza a llenar de luz y de vida. Sin embargo, y, muchas veces sin darnos cuenta, es ese mismo destino el que nos lleva a un lugar en donde no queriamos estar: En ese camino donde tenemos que elegir. Toda nuestra concepción, de vida, se basa en una desición, desiciones que afectan directa e indirectamente el sentido de la vida. ¿Para que tener una sola vida cuando hay que dejar tantas cosas de lado?
Hace unos dias leí algo (no recuerdo qué medio) donde decía que yo tenía que encontrar mi lugar en este mundo, por mas insignificante que sea y desde ese día en que no puedo dejar de pensar ¿Cuál es mi legado en este mundo? ¿Porqué todo tiene que tener un fin? Siento que los días pasan y yo, sigo aquí, parado en este rincón del universo viendo la gente pasar.
¡He dicho tantas cosas y he cambiado tanto!
Cuantos pensamientos medio olvidados y cuantos otros pensamientos que no quiero recordar; y, a pesar de todo, se encuentran ahí, esperando salir en una tormenta de ideas, razonamientos e inspiración.
Y yo, en el medio del colectivo.