Odio

Odio sentir celos. Lo odio con todo mi ser. Y sin embargo, no puedo no hacerlo, es más fuerte que yo. Odio que la gente me importe y que tenga ese sentimiento egoista de querer(te) toda para mi.

Sentir

Siento tu respiración en mi nuca. Cierro los ojos y te veo ahí, al lado mio; en cada una de esas situaciones que no consigo despejar de mi cerebro. De tu rostro sobre mi hombro; de sentir tu piel que se transforma con la mia; de tu sonrisa que me llenaba el alma. Siento como si fuera hoy, aquél dia gris y de lluvia que se me ocurrió hacerte caso y que me quedó guardado más que la historia misma.
No consigo dormir, tengo una mujer atravesada en los párpados. Si pudiera le diría que se vaya. La siento en todos lados. Pero no puedo. Tengo una mujer atravesada en la garganta. Si pudiera, le diría que me está asfixiando y que no puedo respirar. Pero no logro juntar aire. Tengo una mujer atravesada en mi nariz. Si pudiera trataría de buscar otro perfume, pero el lugar está impregnado de su aroma, de ese que vos sóla tenés y que no se extingue. Tengo una mujer atravesada en mis oidos. Si pudiera le diría que sus palabras son tan anheladas como odiadas; que las sigo escuchando por todos lados: en cada rincón de la cama y que su risa invade mi cuerpo y me hiere tanto como alguna vez me alegró y que ahora, son puro dolor. Tengo una mujer atravesada en cada una de mis lágrimas, porque no logro dejar de llorarte y si pudiera, te diría que son las últimas gotas de dolor que voy a ofrecerte, a regalarte, a dedicarte. Pero no puedo, tengo una mujer atravesada en mi mente y si pudiera le diría que quiero que se vaya, que me hace mal y que no consigo hacer nada de nada, que el dolor me parte el alma en dos; pero hoy, tengo una mujer atravesada en mí vacío.
¿Creés en los milagros? Hoy no, no.

La chispa adecuada

Como siempre, estas situaciones me hacen llorar por las razones equivocadas. El aire, que contagia las lágrimas más que las palabras propias del emisor y su enorme carga emocional, me dejan en un estado de trascendencia del cual, aunque quisiera, no podría escapar. Me estremece pensar que estas cosas sean parte de la vida de la humanidad, que tanta inconsciencia (porque no hay otra palabra para definir semejante y, atroz acto) de una persona, sea producto del dolor de tantos. Se generan cosas positivas, se sabe; genera que mucha gente piense en todas esas cosas que no vemos y sin embargo existen. Muchos de esos otros tantos, lo toman como un camino para empezar a luchar, a seguir sin perder esas vagas esperanzas de que queda algo bueno por que seguir luchando todas las mañanas; a muchos otros los vence el dolor de una de las situaciones mas adversas y alineales de la naturaleza humana; otros, que alejados pero conscientes de la gravedad del asunto, nos emociona y nos hace pensar en que el destino, fiel a su deseoso azar incontrolable, nos puede regalar un infierno viviente. Por último, el grupo restante, directamente no conocen palabras para poder expresar lo que sienten, solo lágrimas, de las mas reales y sinceras de compartir el dolor de muchos.
Cuales son las razones por las cuales yo lloro, y volviendo al tema, se podría decir que es por mi maldita manía de ponerme en el lugar del otro; de saber que yo estaría totalmente devastado por semejante situación; lloro porque veo el futuro de muchos perdido en algo tan irrisorio que se me hace imposible hacerlo tangible en palabras; lloro porque aunque no quisiera llorar, el aire emana esa chispa necesaria para encender el motor del llanto. Como explicar la impotencia y la bronca que sentimos por todas muertes tan injustas que suceden dia a dia.
El dolor y vacío que siento en el pecho, más allá de estas lágrimas, es una mezcla de eso, de bronca y de impotencia.