Referencia Sabado 26/05/07

Cómo un simple mail puede alegrarte el día, la semana; la vida. Una simple excusa, un simple envoltorio que rinde por toda la noche. Tirarse en la cama, y hablar de nada; de todo. Darse vuelta, mirar el mundo al revés y sentir que en realidad, estoy del lado correcto. Me muevo sigilosamente, escucho atentamente todo lo que pasa, fiel a mi personalidad de intentar obtener, urgar y rescatar la mayor cantida de emociones posibles y comprobar la veracidad de mis pensamientos, de mis ilusiones y conjeturas.
Los minutos pasan y no solo nos vamos poniendo viejos, sino que hacen que los minutos pasen más rápido; ya perdí la cuenta de la hora, de la noche; cada frase que la mente atina a decir es una conexión a otra frase, a otra idea y a que la noche perdure y dure, a fuego lento, controlado. Nuevos planes, viejas ideas pero con el fiel sentimiento de no separarse y hacer que de un simple mail, un vaso medio lleno o un envoltorio semi cerrado nos de una noche, un sabado; una vida, para recordar.

El silencio será todo un tiempo para esperar.

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